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quarta-feira, 15 de dezembro de 2010

Meu trabalho final: Conclusão

Conclusão


 

Conseguir que las TIC sean algo habitual en las aulas no es una tarea fácil. Es un proceso que lleva años de trabajo continuo y de mucho esfuerzo por parte de todos los implicados. Hasta que comencemos a ver resultados pasarán unos cuantos cursos académicos, pero hay que empezar cuanto antes.


Los servicios educativos públicos deben ser los encargados de dirigir y promover los cambios necesarios para que la formación y la aplicación se lleve a cabo.


No sé si he conseguido solventar los fallos que Jayme Martínez achaca a la formación. Creo que deja de ser fragmentaria porque se plantea un plan de acción que abarca muchas áreas, no sólo la formación. También creo solventada la deslocalización con un plan estatal cuyo desarrollo llevan a cabo las regiones, que son las más cercanas a los profesores, pero con un control central que estará observando qué cosas se pueden corregir y mejorar para que no existan diferencias. Por lo tanto tampoco es individualizada. Los planes son muy concretos e iguales para todos los profesores. Quizá haya un poco de aislamiento por parte del profesor si tratamos la formación a distancia, pero eso no implica que sea individualizada porque los contenidos son iguales para todo el colectivo de profesores.


Por otro lado, no creo que este plan sea efímero porque establece unos niveles de formación que deberán completar todos los profesores hasta llegar al máximo nivel y mientras se están formando o cuando están ya en ese nivel más alto, tienen otros puntos de apoyo o difusión como son las web de recursos, las comunidades virtuales, los congresos y encuentros… Además, siempre habrá nuevos profesores que necesiten ser formados porque irán entrando los nuevos al retirarse los mayores de 60 años y la sociedad cambia tan rápido que surgirán nuevas competencias y habrá que hacer nuevos cursos, que serán necesarios para los profesores. La idea es que este plan se mantenga siempre y que la partida presupuestaria destinada a formación del profesorado sea fija o aumente cada año. Debemos tener unos profesores continuamente bien formados porque eso repercutirá en nuestros alumnos y al final, la sociedad en general se verá beneficiada cuando esos alumnos accedan al mundo laboral.



Y aunque la formación será lo más objetivamente posible, también queremos que pongan algo de subjetividad los profesores. Les enseñamos a manejar un programa y les decimos como y cuando debería ser aplicado. Ahora ellos pueden coger ese programa y usarlo como mejor les convenga a su alumnos, podrán adaptar las tareas que prepare a las circunstancias de sus alumnos y de la zona donde residen, a las ideas previas que tienen….


Los problemas que se apuntaban en la introducción parecen superados, pero habrá más autores que apuntarán algunos nuevos. Todos los planes de formación son criticables, pero también mejorables. Por eso, no importa el plan que se diseñe para poner en marcha en un país, si estamos en disposición de cumplir con los especificaciones de organismos internacionales como el de la UNESCO y a mejorar cada año.


En lo relativo a la aplicación que se podría hacer en España de este proyecto, creo que sería una tarea difícil, aunque no imposible.


El plan Bolonia nos obliga a realizar cambios en los planes de estudio de todas las carreras. Por lo tanto, estamos en el mejor momento para poder incluir asignaturas relacionadas con las TIC y aprovechar para realizar una buena formación pedagógica de nuestros futuros profesores.


El curso de capacitación pedagógica obligatorio antes de ejercer como profesor ya se ha modificado. Antes sólo consistía en dar a los alumnos dos libros y pasados cuatro meses se les hacía un examen. También había una fase de prácticas donde los alumnos se buscaban un centro por su cuenta, lo que hacía que muchos se buscaran amigos o amigos de amigos, para que les firmaran las prácticas en un centro, sin haberlas hecho. El curso que propongo tiene más control sobre esto y tiene más horas de duración, con clases presenciales y un seguimiento por parte de los tutores.


Por último, nos queda la formación para los profesores que actualmente están en activo. Percibo una cierta pereza y pocas ganas en algunos profesores para realizar cambios y seguir una formación. Creo que el sistema de motivaciones puede ser muy útil para que todo el proceso comience. En el servicio de Formación en Red donde yo trabajo, se observa una motivación económica, al margen del interés personal por aprender, de muchos profesores que nos piden con urgencia los certificados para poder presentarlos en las Consejerías de Educación de sus Comunidades para cobrar más cada mes.


Nos obstante, creo que existe una cierta descentralización que hace que cada Comunidad plantee sus cursos y que no se correspondan con un plan general que siga las directrices de la UNESCO.


Se plantea el problema de la transferencia de competencias. Hay una serie de tareas que son exclusivas del Gobierno de la Nación española y otras que pueden ir pasando de éste a las Comunidades Autónomas. Cada Comunidad puede ir reclamando esas competencias cada cinco años, a través de una ley nueva que promulga su órgano legislativo y aprueba su parlamento.


Voy a poner un ejemplo:


Materia exclusiva: La defensa de la nación española es sólo competencia del Gobierno central.

Materia que se puede traspasar: La gestión de las cárceles. Sólo dos Comunidades, Cataluña y País Vasco, realizan la gestión de sus cárceles. El resto de Comunidades deja que sea el Gobierno central el que las dirija, controle, pague y supervise.


Materia que todas las Comunidades tienen transferidas: la Educación. Cada Comunidad Autónoma puede legislar y hacer lo que quiera con la formación de sus profesores. De ahí que considere que el principal problema es éste. Cada Comunidad tiene la potestad para poder sacar cursos para sus profesores y no se sigue un plan global. El Ministerio de Educación tiene una serie de cursos y de recursos en sus páginas web y las Comunidades otros. En principio todos son compatibles y la formación que se hace en el Ministerio es reconocida por las Comunidades, pero hay cursos similares, otros son idénticos (se dobla el gasto para enseñar lo mismo), algunos no tienen nada que ver, hay comunidades que han restringido la oferta, la han pasado a entidades privadas o no reconocen los cursos que imparten las Universidades para profesores…. 

Hay un poco de caos en este sentido. Es el punto más flojo que está ahora en aplicación en España.


Vamos a tener buenos profesores cuando lleguen a los colegios porque las carreras se han modificado y el curso de aptitud pedagógica también, pero la formación de los profesores que están ahora en activo, que es muy importante, está defragmentada, no sigue un plan general y es tremendamente parcelada. Eso va a retrasar la implantación las TIC en el aula.


En mi plan la formación sigue la guía de la UNESCO, está más centralizado y dirigido y consideré crear dos equipos, uno de asesoramiento y apoyo y otro de  control que solventarían en buena medida el problema actual.


Auguro un futuro poco alentador para España en materia de formación. Es preciso realizar cambios y mucho esfuerzo para llegar al nivel de los países más aventajados en la aplicación de las TIC al aula. Además no es un buen momento porque en los presupuestos del año que viene, la educación ha visto reducidos sus fondos y eso repercutirá en la formación del profesorado. 

Creo que los políticos no son capaces de ver lo importante que son los cambios para que en un futuro cercano podamos crear una sociedad más preparada, en la vanguardia de los avances tecnológicos y en la investigación científica.